La hermana de Javier Milei y actual secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, lanzó un duro mensaje a las bases y dirigentes de La Libertad Avanza (LLA) tras la oleada de críticas internas por el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires: «La lealtad no es una opción: es una condición«.
Cisma en el «triángulo de hierro»
El mensaje deja al descubierto el desgaste en el llamado «triángulo de hierro» del mileísmo, compuesto por el presidente, su hermana y el influyente asesor Santiago Caputo. Las tensiones estallaron tras las negociaciones por las candidaturas legislativas en Buenos Aires, el distrito más importante del país. Militantes digitales vinculados a Caputo quedaron fuera de las listas, en beneficio de nombres impulsados por Sebastián Pareja, operador de confianza de Karina Milei.
Una advertencia sin filtros
«No se viene a especular, se viene a defender las ideas del presidente con uñas y dientes», afirmó Karina desde su cuenta en la red X. El mensaje busca acallar las voces disidentes dentro del propio oficialismo. Añadió que criticar a los candidatos es lo mismo que «cuestionar al presidente mismo y la causa que nos trajo hasta aquí«.
Acuerdos tensos y traiciones percibidas
El armado electoral de LLA en Buenos Aires generó malestar entre las bases libertarias. Voceros digitales como Esteban Glavinich (TraductorTeAma) y Juan Carlos Siber (La Pistarini) reaccionaron con dureza ante lo que consideran una purga interna: la exclusión de mileístas puros en favor de peronistas reciclados y figuras del PRO. «Lealtad no es obsecuencia», replicaron.
Silencios y ausencias
Caputo, señalado como cerebro de la estrategia libertaria en redes, no ha hecho declaraciones y cerró su cuenta en X tras la crisis. La Casa Rosada insiste en que el trípode Milei-Karina-Caputo sigue intacto, pero el conflicto ha expuesto una fractura evidente en el aparato libertario.
Lo que Milei construyó con furia antisistema podría desmoronarse por conflictos internos. El mileísmo entra en su fase más cruda: verticalismo autoritario o libertad de crítica. Y en esa encrucijada, Karina Milei ya ha elegido su camino.
