
25 años de la primera exhumación científica en España
La memoria histórica inquebrantable y su impacto político
El 16 de octubre de 1936, Emilio Silva compró su propia muerte al ser detenido por las milicias de la Falange. Su nieto, Emilio Silva, recuerda el día que aprendió que «la tierra tiene su propia memoria» al encontrar la fosa de los ‘Trece de Priaranza del Bierzo’, la primera exhumación científica en España, hace 25 años.
Un oscuro legado que persiste
Priaranza del Bierzo, un lugar respetado por su historia, fue escenario de este reciente descubrimiento. Con 13 metros de extensión, la fosa revela cómo el régimen trató a sus enemigos y cómo los familiares han luchado para recuperar la dignidad de los olvidados tras más de 64 años. Pero, ¿qué hay de las instituciones que deberían asumir esta responsabilidad?
Un dolor que no cesa
Los actuales esfuerzos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), presidida por Silva, mantienen viva la demanda por justicia. Sin embargo, critican la falta de iniciativa del Gobierno y exigen que estas acciones no caigan en manos de las asociaciones, que deben ser obligaciones del Estado.



